Hábito
Todas las excusas se acabaron de mala forma. Murieron tarde pero
ya no eclipsan más. Debimos haber sido y solo estamos aún en medio de la nada.
Esperando. Esperando anduve y me he cansado. Nombre propio. El hombre había
sido tantas veces pero caído estuvo mucho más. No hay delirio ya. Cansado, me
he levantado. Hoy miro hacia el altivo hábito de gritar. Sobre huellas cada vez
más viejas de tanto estar. Y a aquel hombre, de nombre propio y solo, solo le
quedó marchar.

Comentarios
Publicar un comentario